«El buen pan no miente: dice todo sobre la calidad de sus ingredientes y la experiencia de la persona que la crea. Ser un verdadero panadero es producir un milagro diario al transformar la comida sencilla, el agua, la levadura, la sal y la harina en sabores complejos y variados. Esta es mi pasión y la quiero compartir y transmitir a otros artesanos en México y en todo el mundo.»